El reino de los mil escalones





La Federación de Asociaciones de atención a personas afectadas por Parálisis Cerebral y Discapacidades Afines de Castilla y León presentó en Valladolid el libro 'El Reino de los mil Escalones', que busca sensibilizar a los niños sobre la discapacidad.



Escrito por Manuel Ferrero e ilustrado por Laura Bécares, el libro persigue acercar la discapacidad y, en concreto, la parálisis cerebral a la sociedad y de manera especial "a las mentalidades infantiles". "Creemos que el público menor es el mejor motor de cambio de mentalidades", destacaron a Europa Press fuentes de Aspace.

Por ello se apostó por aunar "lo mejor" de la tradición oral española y de la "herencia escrita" para crear una publicación nacional que se distribuyera en colegios y bibliotecas "acompañada de cuentacuentos que animen su lectura" y, de este modo, se convirtió en protagonista a una princesa con parálisis cerebral que se enfrenta a un ser malvado y un gigante "como alegoría de la incomprensión social que la discapacidad supone".

"Las barreras sociales, la frustración de querer y no poder, la necesidad de tener un espacio en la sociedad, los problemas de comunicación y la dependencia se explican de manera divertida a través de la historia e incluso se reflexiona sobre el coste de suprimir barreras", destacaron las mismas fuentes.

Tras considerar "vital" el aportar soluciones pedagógicas para explicar la parálisis cerebral y la discapacidad en los colegios, desde Aspace se precisó que la obra aborda valores como la aceptación del diferente, el desarrollo "con dignidad" de los valores, el evitar el miedo ante las personas con parálisis cerebral "aceptando la posibilidad de que pueda ser héroe", el respeto a la diversidad cultural, la empatía y la fantasía.

www.manutecuenta.com/2010/10/el-reino-de-los-mil-escalones.html

Supresión de barreras arquitectónicas

hola, me llamo Ana y trabajo como ayudante técnico educativo en un colegio, mi trabajo consiste en  asistir a personas con déficits sensoriales, motóricos, cognitivos, de comunicación.......etc, en aquellas tareas de la vida cotidiana que no pueden realizar por si solas  a causa de su discapacidad. Actualmente cuido  de una  niña con Parálisis Cerebral y son  varios los problemas con los que nos encontramos. Hoy quiero centrarme exclusivamente en uno:  los "desplazamientos "  ó barreras arquitectónicas . La mayoría de los colegios no están para nada adaptados  a las necesidades de estos niños. Es imposible acceder a las diferentes  dependencias : gimnasio, patio, aulas, comedor, teatro,....... porque  están apestados de escaleras, hoyos, bordillos,....... etc., y eso que  en nuestro colegio  contamos con un  ascensor, pero si os cuento el trayecto que tenemos que hacer para acceder a el gimnasio  ni en la mejor película de aventuras ocurren tantas cosas. Y si hablamos claro de la función de navidad en la que tenemos que subir a los niños a un escenario, por supuesto con escaleras , y    más escaleras. Con las excursiones ocurre los mismo tanto a nivel transporte, como a la hora de visitar lugares, en los que la mayoría, no todos , claro, no cuentan con las instalaciones adecuadas.
Y esto  ocurre nivel colegios, imaginaros la cantidad de obstáculos no solo arquitectónicos sino sociales y económicos a los que deben enfrentarse a diario las personas con algún tipo de discapacidad y que dificulta  su integración  en la sociedad.

Entre todos tenemos que hacer algo para que esto cambie , y eso no significa que vayamos a hacerles la vida más fácil, sino que como personas tienen los mismos derechos que todos .

Legislación

La Constitución Española  de 1978 en su art. 9, párrafo 2º, dice:

"Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social."

Recogiendo el mandato constitucional, la Ley de Integración Social del Minusválido (LISMI) destina ocho artículos a regular la prevención y supresión de barreras en los ámbitos de urbanismo, edificación y transporte.

En el Título IX , bajo el epígrafe "Movilidad y Barreras Arquitectónicas", la LISMI define las barreras urbanísticas como aquellos obstáculos que dificultan o impiden la libre circulación en vías y espacios públicos y establece que su planificación y urbanización se efectuará de forma tal que resulten accesibles y utilizables para los minusválidos (art. 54-1º), incluyendo previsiones sobre la adaptación gradual de lo ya construido (55-1º), a cuyo efecto se establece la obligación de los Entes Públicos en general (55-1º), y de los Ayuntamientos en particular, de destinar un porcentaje de sus presupuestos a tal finalidad.

Sobre las barreras en edificaciones públicas y viviendas, el artículo 54 de la LISMI concreta que todos los edificios, incluso los de propiedad privada, cuyo uso implique la concurrencia de público, deben ser accesibles e insiste en la supresión de obstáculos en edificaciones cuya duración previsible sea aún considerable (art. 55).

Y finalmente, al referirse a las barreras en transportes públicos, prevé la adopción de medidas técnicas para ir adaptando progresivamente los transportes públicos colectivos (art. 59) y encomienda a los Ayuntamientos la adopción de las medidas adecuadas para facilitar el estacionamiento de vehículos privados (art. 60).

Han pasado muchos años desde la aprobación de la LISMI. Normas y disposiciones de todo rango, especialmente desde las Comunidades Autónomas, han salido al paso de las dificultades existentes, buscando soluciones. Se ha avanzado, sin duda. Pero aún es claramente insuficiente para garantizar que las personas con discapacidad puedan desenvolverse normalmente.

¡ Sin columpios adaptados no hay niños integrados !

Desde este grupo queremos trasladar a la sociedad y a los poderes púbicos la necesidad que tienen los niños con movilidad reducida de poder jugar en los parques infantiles con el resto de niños, animar a todos los padres a que exijan a su ayuntamiento la colocación de columpios adaptados e invitar a quien corresponda a que sean colocados sin necesidad de que se soliciten. ¿acaso los niños con discapacidad no son niños al fin y al cabo? ¿Quién y por qué pone el limite para tener derecho o no a jugar en los columpios? ¿por qué a muchos se nos llena la boca hablando de integración y accesibilidad, sin darnos cuenta que hay que empezar por el principio, que los niños son los adultos del futuro y deben concienciarse desde pequeños?

Pues, sí, el derecho al juego es uno de los derechos de los niños, y el derecho a la no discriminación es otro, con lo cual no hay explicación alguna para que los parques no estén perfectamente adaptados, no queremos que se nos pongan unos columpios que sean exclusivos para niños con discapacidad si no que puedan compartirlos con el resto de los niños, que puedan utilizarlos tanto con o sin discapacidad.
columpiosadaptados@hotmail.com 
www.ilanda.info/2010/01/nuevos-columpios-adaptados-en-las.html

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Vacaciones sin barreras arquitectónicas

Viajar siempre es un placer, pero lo lamentable es que no todos tienen las mismas posibilidades ni comodidades. De acuerdo a las limitaciones personales, habrá que adecuar las vacaciones. Los problemas de accesibilidad resultan frecuentes para las personas con movilidades reducidas.

Los destinos turísticos tienen la obligación de cumplir las normativas vigentes que exigen el acondicionamiento para que todas las personas cuenten con las mismas posibilidades. Esto se trata de un derecho, ya que los discapacitados frecuentemente se topan con limitaciones como consecuencia de las imposibilidades físicas. Es por esto que se debe exigir en los establecimientos, la mejor accesibilidad y traslado.
En general, los turistas discapacitados españoles escogen hoteles para alojarse, por encima de los demás recursos de hospedaje. Vale decir que también, en promedio, gastan 40 euros más por día que la media de los visitantes. El gasto medio de una persona con discapacidad física es de 89,3 euros al día, mientras que en el caso de un turista sin discapacidad éste es de 49,8 euros.

Este debería ser un terreno mejor contemplado, no sólo por la igualdad en cuanto a los derechos humanos se refiere, si no que también representa un turismo con un nivel de gasto superior. No todos los discapacitados se aventuran a emprender viaje y una de las principales dificultades es el de las barreras arquitectónicas por la que este colectivo viaja menos que el resto de la población.
En lo referido a lo económico, estas personas se alojan en los hoteles en función de su accesibilidad, no tanto por su precio, ya que la oferta turística es bastante más reducida para ellas y no existe un abanico de posibilidades por el cual optar.
En este sentido, mientras que el alojamiento al que más recurre la población en general en sus viajes son casas de familiares o amigos, en el 52,1% de las ocasiones; las personas discapacitadas eligen el hotel de 4 y 5 estrellas por cuestiones de accesibilidad un 60% de las veces.
Respecto a las consideraciones de los propios viajeros, el 41% considera que estos alojamientos tienen mucha accesibilidad frente al 49% que piensa que tienen una accesibilidad regular y el 14,8% que cree que es poca o ninguna.

Otra dificultad muy común es la poca fiabilidad de la información que ofrecen tanto los hoteles como otras empresas turísticas, donde se despreocupan por los acondicionamientos reglamentarios para alojar a personas de capacidades disminuidas
www.google.es/images?um=1&hl=es&biw=1024&bih=529&tbs=isch%3A1&sa=1&q=discapacitados+en+la+playa&btnG=Buscar&aq=f&aqi=&aql=&oq=&gs_rfai=

Falta cultura para respetar espacios para discapacitados

Gutiérrez Rodríguez añadió : la gente cree que cuando se habla de discapacidad se piensa sólo en las personas en sillas de ruedas, pero también hay invidentes, débiles visuales y sordos que de igual manera requieren de sistemas de ayuda.

Pero si bien en materia de espacios adecuados hay carencias, en materia de cultura es prácticamente nula, ya que la gente cree que las rampas o estacionamientos para personas con capacidades diferentes “son simples espacios del paisaje urbano”

Una prueba de esta falta de cultura, pero sobre todo de respeto. El año pasado la Secretaría de Vialidad y Transporte (SVyT) levantó nueve mil quince infracciones por bloquear las rampas o espacios para discapacitados. Casi 25 infracciones por día.

Esta cifra en el año 2005 alcanzaba cerca de las seis mil multas, lo cual refleja que la gente, a pesar de las sanciones, no ha tomado conciencia respecto a la importancia de dejar libre estos espacios.

Las causas por las que la gente no respeta las rampas o lugares especiales son varias como la escasez de espacios para estacionarse, pero quizá la principal es la falta de cultura y respeto al prójimo, apuntó Alejandro Becerril, primer comandante operativo de la SVyT.

Si ellos no se ponen barreras ¿ por qué se las pones tú?